El gran asador vasco el siglo XXI. Espacio moderno que alberga una parrilla vista idéntica a la del original Casa Julián en Tolosa. Chuleta de vaca, elaborada con la técnica Gorrotxategi, y los clásicos pimientos del piquillo en una carta donde figuran verduras de temporada, con el puerro como especial protagonista. Postres clásicos para redondear una gran comida.

Mar & brasas, el perfecto equilibrio. Carlos del Portillo juega con las brasas para conseguir puntos perfectos de una gran variedad de pescados. Su predilección por las legumbres frescas y los mariscos, dan como resultado guisos suculentos, sabrosos e imperdibles. ¡Ojo a sus guiños a la montaña! Presente en muchos de sus platos, dan buena cuenta de la delicadeza de su cocina.

La reinvención de la tasca madrileña de toda la vida. En La Retasca, Juanjo López juega con la nostalgia y recupera sabores, olores, sonidos y ambiente de antaño adaptado a las exigencias del público actual. Pulguitas, croquetas, oreja, pinchos morunos, tortilla Capel y un buen puñado de platos más conforman una oferta informal, pensada para compartir, que divierte, estimula y propicia una velada perfecta.

Cocina casera pero actualizada con la firma de Juanjo López. Costillas ibéricas con patatas, albóndigas de bacalao, manitas de cerdo a la riojana o pollo en pepitoria. Un menú del día con alma -con varias opciones a elegir o platos sueltos-, que viaja a través del recetario popular y que se renueva no a diario, sino semanalmente.

La nota más dulce del bulevar: helados artesanos elaborados a partir de ingredientes naturales. Ricardo Vélez firma unos helados de gran calidad, con sabores inéditos y apetecibles. También, en función de la época, se despachan otros de sus dulces icónicos, sin faltar nunca en bulbiza su conocida bamba o sus riquísimos gofres.

El vinobar de bulbiza. Chacinas, quesos y platos para acompañar bajo la batuta de Carlos García.